sábado, diciembre 18, 2010

historia, capitulo 12

Para continuar con el lunes más raro en la vida de Olivia y Carla, Carles se ofreció a llevar a sus camareras a casa. Durante el camino a casa, en el pequeño coche verde de su jefe, no pararon de hablar, a pesar de estar cansados.

Carla, quien iba de copiloto, ya que en los coches siempre que iba detrás se mareaba, insinúo que quizá la idea de Carles era tener un “misterioso accidente”, mientras que Olivia decía que era un chollo para el ser “majo” ya que las dos vivían en el mismo edificio.

Entre risas, y bostezos llegaron al gran edificio. Era el mas grande de la calle, y también el mas bonito, era antiguo, pero con reformas, que hacían que sea muy envidiado por vecinos de otros edificios.

Carla y Olivia llevaban viviendo allí desde niñas. Olivia vivía en el 5º piso, puerta 20, mientras que Carla tres pisos más arriba, en el 8º, puerta 30. Esta era una de las razones también por el que siempre estaban juntas, solo tenían que coger el ascensor. Muchas veces recorrían el edificio en pijama o chándal. Si una quería ver a la otra no tenía más que coger el ascensor, y llamar al timbre.

Bajaron del coche y se despidieron muy simpáticas de su jefe y entraron en el edificio.

Cuando el coche se acercaba a la esquina, Carles vio el coche de Carla aparcado, pero un poco inclinado, cuando paso delante de este, sí, no podía creer lo que veía, la rueda derecha estaba pinchada. Carla había llegado tarde por eso, esta vez no le estaba mintiendo. Pensó en mandarle un mensaje a su camarera, pero enseguida se arrepintió, creía que era una tontería. Puso la radio, que estaba apagada ya que venia hablando con Olivia y Carla, y emprendió camino a casa, quería llegar cuanto antes y poder descansar.

Mientras las chicas llamaban al ascensor. Olivia se apoyo contra la pared apoyando la cabeza con los ojos cerrados. Estaba durmiéndose de pie, quería entrar en casa meterse en la cama. “Ni portátil, ni cena, ni nada, directa a la cama” pensó.

- Cansada de... ligar?- pregunto vacilante Carla mirando a su amiga.

- Si, no todas somos tan guapas como tu, tenemos que currárnoslo…- contesto en tono sarcástico Olivia mientras recobraba una postura mas recta.

- Lo se, gracias- contestó Carla con tono presumido. Llego el ascenso.- Señorita- dijo a la vez que con una mano hacia un gesto a su amiga para que entrase y con la otra sujetaba la puerta. Pulso el piso 5 y luego el 8.

- Y tu que tal con tu marido?- Carla miro a su amiga sin entender a que se refería.- venga, Carlota, Charlie...

- Por favor…- susurro mientras ponía los ojos en blanco

- No te hagas la ofendida, llevas años enamorada de Carles!- replico Olivia

- Enamorada?- rió- yo? de Carles?..., en serio Oli, tienes que dejar de ver Love Actually todas las noches…

- Ya, probablemente sea yo… ya, ya, ya…

Ambas rieron al oír la manera en la que acabo Olivia su frase.

El ascensor había llegado a la 5ª planta. Se despidieron y Carla continuo, estaba escuchando música, cosa que a Olivia le fastidiaba un poco, ya que si estaban juntas podían hablar, además escuchaba la música demasiado alta.

Carla salio del ascensor, cogió las llaves de su bolso azul y se fue a su puerta de madera. Entró, dejo las llaves en un pequeño plato, con forma de mariposa, de plata que estaba sobre una mesa de mármol junto a la puerta. Por el largo pasillo vino corriendo su perrito, Hugo a darle la bienvenida. Entro a la sala, en el sofá estaba su madre dormida, con la televisión encendida. Se acerco le dio un beso y se dirigió a su habitación.

Había sido un lunes muy largo. La habitación de Carla era la más grande de toda la casa. Dado que era la pequeña, su madre le cedió la habitación principal.

Nada mas entrar dejo sus cosas en una silla que estaba junto a la puerta, era una silla luís XV, que le había regalado Olivia de la tienda de su padre, a ella no le gustaban mucho esas cosas, pero se lo había regalado su amiga, y la verdad el hecho de que sea morada combinaba con las paredes de su habitación.

En el lado izquierdo de esta, estaba el cuarto de baño, tenía una pequeña bañera, abrió la llave del agua, la preparo a temperatura y dejo que esta se llenara un poco.

Mientras puso un poco de música, no muy fuerte que su madre se había dormido. Desde allí, junto a la puerta, donde se encontraba el adaptador de su ipod, miro el escritorio que estaba con los libros y apuntes de la universidad, rápidamente dejo de mirar, tenia dolor de cabeza de solo pensar en que tenia que ponerse a estudiar.

Su cama de dos plazas, estaba en medio de la habitación, acompañada por una mesita de noche a cada lado y una lámpara tifanny en cada una de ellas. La miro como un niño mira el juguete con el que sueña, tenia ganas de ir corriendo y dejarse caer, pero sabia que si lo hacia no iba a despertarse hasta mañana por la mañana, así que se dirigió a su rincón favorito de toda la habitación. Donde tenia un ventanal gigante por el que le gustaba ver las luces de la ciudad y el cielo oscuro sentada en su mini sofá en forma de “L” que por supuesto pertenecía a la línea Bagur.

Nada mas sentarse en el sofá, se sobresalto al escuchar música de su bolso, se levanto torpemente, y buscó su blackberry. Se sorprendió y asusto al ver quien era la persona que le llamaba. Miro, el reloj.

- Aun es lunes, un extraño, extraño lunes…-dijo antes de presionar el botón verde del teclado.- Hola- contesto extrañada…

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