martes, agosto 17, 2010

historia, capitulo 8

- Tranquila Carla, el asesinato es ilegal...- decía Carla que continuaba con los ojos cerrados y respirando fuerte. Abrió los ojos y miro fijamente a su amiga.- Aun.

Olivia y Carles comenzaron a reírse. Carla cogió el periódico y lo puso frente a su amiga donde estaba el plato de macarrones, que Carles ya había recogido.

- Pisos en alquiler, por la zona.- dijo Carla con un tono totalmente relajado.

- ¡Es verdad! Nuestro plan!


- Te recuerdo que en breves cumples los 19, es decir llevamos un año de retraso.

- Que plan? Por que tengo una sensación extraña.-dijo Carles mirando a Carla, esta le miro y con un tono muy tranquilo y dulce le respondió.

- Veras, la señorita Bagur- señalo a Olivia esta puso la espalda recta, sonrío y levanto la mano derecha, señalándose a si misma- y yo prometimos que cuando ella y yo tuviéramos 18 y 19 años, respectivamente, y tengamos un trabajo fijo, nos mudaríamos a vivir juntas.

- Habéis conseguido un trabajo fijo?- pregunto Carles sorprendido.

Carla estaba apunto de contestarle con una palabrota, cuando Olivia se levanto del taburete y se dirigió a la mesa de Mateo. Este le había hecho una seña. Ambos quedaron observándola.

- Has acabado?


Olivia sonrío. Esa sonrisa estaba empezando a gustarle a Mateo.

- Si, estaba todo buenísimo, hasta el agua.

- El agua siempre esta buena.


Volvió a sonreír. Mateo se quede mirando a Olivia, estaba encantado de haberla conocido, de haber cogido el ascensor, de que lloviese, de que ella llegase tarde y no pudiera subir a por su paraguas y tuviera que coger el de un desconocido, estaba encantado de haber bajado a comer, y no quedarse en la oficina. Encima esa camarera de pelo castaño y ojos verdes que tenia delante era su vecina. Vivía en el piso bajo el suyo.

- Mateo?- pregunto Olivia moviendo su mano frente a su vecino.- Estas bien?

- Eh,… si… si,… lo… siento.- dijo, sus mejillas estaban algo sonrojadas.

Olivia se dio cuenta que el chico se había ido a las nubes, pensó que seguramente pensaba en su novia, ella tenia tanta suerte, que todos los chicos “buenos” para ella, ya eran de otra persona, eso o eran gays.

- Quieres la cuenta o vas a comer algo mas?

- La cuenta, - respondió Mateo que ya estaba volviendo de las nubes.- creo que si como algo más, es posible que explote.

- De acuerdo, en un pis pas, te traigo la cuenta.

Su jefe y su amiga ya se habían puesto a trabajar. “Se acabo el recreo” susurro Carla mientra pasaba junto a su amiga con unos platos para fregar.

Carles estaba preparando la cuenta para Olivia, mientras esta colocaba los platos en el fregadero, pensando en lo que le estaba pasando ese lunes. Siempre los había odiado, sin embargo, hoy había conocido a su vecino, ese vecino que esperaba por el bien se su insomnio no hiciera tanto ruido como el anterior. Ese vecino que había sido tan amable que le presto el paraguas, y casualmente trabajaba cerca de donde ella trabajaba. Además tenia unos ojos muy bonitos, era raro esta mañana parecían azules, sin embargo ahora los tenia un poco grisáceos, “Edward Cullen” pensó, seguido de unas risas, a veces si que era verdad que se le iba la pinza.

Carla la observaba, estaba claro que a su amiga le gustaba ese chico, pero lo que a ella le importaba ahora era saber si podrían ir a ver pisos, quería un cambio en su vida, ya.

Tenia todo planificado para ir el miércoles, pero Olivia ni siquiera había visto el periódico, se enfadaría si le decía que ya había llamado a varios. En fin, algún día tendrían que mudarse.

Cuando iba a acercarse a su amiga, esta cogió la cuenta y se dirigió a la mesa de “su novio” como pensaba empezar a llamar a su vecino.

- Toma.-dijo Olivia.

- Vale, gracias, pero podía acercarme a la caja.

- Pues hazlo,- sonrió- me ahorraras trabajo, aunque hoy ha sido un día muy tranquilo, mas de lo normal.

Mateo miraba a su vecina, esta empezó a recoger lo que quedaba en su mesa.

- Creo que voy a llegar tarde, madre mía hace una hora he salido a comer ya son las cuatro!- dijo mateo algo sorprendido por la hora, se le había hecho muy corto el día, casi no pudo hablar con su vecina, pero si mirarla.

- Pues corre que te cobro.- Olivia recogió todo rápido lo coloco todo en la barra, y se dirigió a la caja. Mateo le siguió, le entrego el dinero. Si no fuera que tenia que ir a trabajar se habría quedado hablando con ella. ¿Tendrá novio?, se pregunto mientras la camarera le devolvía el dinero.

- Vuelve cuando quieras!

- Por supuesto,-respondió eufórico y rápido Mateo.- la comida es riquísima.- dijo en tono mas normal, deseando no haber parecido un idiota.

- Pues,-de inclino un poco sobre la barra, acercándose a Mateo, este inconcientemente también se acerco a la camarera.- entonces tienes que probar la de Juan.- dijo Olivia susurrándole a su vecino. Se quedaron un momento callados, hasta que entro un cliente en el bar.

Rápidamente se separaron, sonrieron y se despidieron con la mano.

- Tengo que ir a trabajar.-dijo resignado.- nos vemos.

- Suerte. Hasta luego!

1 comentario:

Lydiiuskeeta! dijo...

*-* me cae super bien Carla! *O* sigueee escribiendooo!!